A la vanguardia en genética reproductiva y medicina de alta complejidad

El centro de fertilidad, central del Grupo UR Internacional, ofrece innovadores test genéticos para desarrollar una medicina personalizada de precisión y prevención y lograr los mejores resultados

 

El nacimiento de un bebé sano es el principal objetivo que persigue la Medicina Reproductiva. Las pruebas genéticas ayudan en varios niveles a las parejas que están en un proceso de reproducción asistida. Entre estas pruebas son de una gran importancia aquellas relacionadas con el estudio cromosómico de los embriones, ya que las alteraciones cromosómicas son responsables de que el 98% de los embriones no implanten, y acaben en una pérdida gestacional.

“Estamos en un momento, en el ámbito de la fertilidad, en el que nos enfrentamos al desafío de la medicina personalizada, y en la que la prevención será el caballo de batalla y nuestra primera línea de combate, de cara a ofrecer el mejor servicio a nuestros pacientes y lograr ser más eficaces en nuestros procesos y tratamientos. Nuestra prioridad es intentar reducir y prevenir las enfermedades raras en los recién nacidos”, asegura el doctor José López Gálvez, director médico de la Unidad de Reproducción Vistahermosa y presidente del Grupo UR.

En esta línea es donde los avances en reproducción asistida van ligados a la investigación genética. Combinar los tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV) con procesos genéticos pioneros y técnicas de vanguardia nos permite lograr mejores resultados, mayores probabilidades de éxito y lograr el embarazo en el menor tiempo”, “Contamos con un laboratorio propio de Genética Reproductiva que nos diferencia, para desarrollar los más innovadores estudios genéticos emergentes en el campo de la reproducción asistida. Disponer del diagnóstico genético ha marcado un antes y un después en el tratamiento de la fertilidad, y en la medicina en general. Entendemos la medicina centrada en los pacientes, en la búsqueda permanente de la excelencia, y en el compromiso con nuestro trabajo, para ser los mejores en todo lo que hacemos” subraya el especialista.

Análisis de prevención

El estudio genético preimplantacional no invasivo, basado en la selección cromosómica embrionaria no invasiva, es el análisis más novedoso en investigación genética. Consiste en analizar una pequeña cantidad del medio de cultivo donde han evolucionado los embriones. En este medio de cultivo, se encuentra material genético que tiene su origen en las células del embrión. “El estudio de este material nos proporciona información sobre el estatus cromosómico del embrión con una concordancia del 80% respecto a la biopsia de trofoectodermo, lo que nos permitirá seleccionar aquellos embriones con más posibilidades de ser cromosómicamente sanos sin necesidad de biopsia embrionaria”, explica el director de la UR Vistahermosa.

Gracias a esta selección embrionaria avanzada, “las parejas aumentarán las probabilidades de éxito del ciclo de FIV respecto a la selección embrionaria convencional. Todo este procedimiento se realiza sin someter al embrión a ninguna manipulación agresiva que pudiera alterarlo de ninguna manera”, añade.

Medicina personalizada de precisión

El Diagnóstico Genético Preimplantacional mediante biopsia detectar anomalías en el material genético de los embriones y descartar alteraciones cromosómicas en los embriones. De esta manera, pueden seleccionarse los embriones de mayor calidad y probabilidades de lograr el embarazo. Gracias a este estudio es posible evitar la transferencia de embriones con alteraciones genéticas o cromosómicas y, de esta manera, aumentar la probabilidad de tener un bebé sano en casa.

Esta técnica está indicada en parejas portadoras de una enfermedad genética, como por ejemplo fibrosis quística u osteogénesis imperfecta; en casos de alteraciones en el cariotipo de alguno de los miembros de la pareja; factor masculino severo; fallos de implantación; edad materna avanzada: abortos de repetición.

“La reproducción asistida debe coger el testigo de informar a aquellos pacientes que van a intentar buscar un embarazo, tanto de manera artificial como natural, sabiendo que más del 27% de la población somos portadores de enfermedades autosómicas recesivas, que si por cualquier caso la pareja también es portadora de la misma alteración genética, un 25% de sus hijos podrían desarrollar la enfermedad; constituyendo ello un grave problema familiar y social, debido a la necesidad de los tratamientos y cuidados que esto conllevaría. Con el simple hecho de aconsejar a los futuros padres a que se realicen una analítica sencilla, ya estaremos abordando una posible solución. Se trataría de localizar a estos portadores, antes de que la mujer quede embarazada, y así lograríamos detectar preventivamente esta posible complicación”, aconseja el doctor López Gálvez

 

¿Quieres conocernos? ¡40 años fomentando la vida!