Técnicas de recuperación espermática

Técnicas de recuperación espermática

La primera prueba para diagnosticar al varón antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida es el estudio del eyaculado. Nuestro laboratorio de Andrología es uno de los más antiguos y experimentados de España.

El seminograma nos da información sobre posibles patologías clínicas o alteraciones en la calidad seminal que pueden estar generando dificultad para conseguir el embarazo. El estudio básico nos guía sobre las posibles causas de la infertilidad, analizando características macroscópicas -licuefacción, color, volumen, Ph, viscosidad-, y microscópicas -concentración, movilidad, morfología, vitalidad y células redondas-.

Una vez tenemos el diagnóstico se valora el posible tratamiento, en caso de ser necesario, o se deciden las  pruebas complementarias a realizar para extender el estudio.

Test REM

Por regla general obtenemos las muestras de semen mediante mansturbación. La recuperación de espermatozoides móviles (REM) se conoce como test de capacitación espermática con el que se identifica el número de espermatozoides con buena movilidad que pueden recuperarse de una muestra de semen.

Las dos técnicas utilizadas en este proceso son:

  1. Swim up. La muestra se lava con un medio específico para eliminar el plasma seminal y se centrifugan los espermatozoides en el fondo de un tubo de laboratorio para que los de alta movilidad asciendan a la superficie.
  2. Gradientes de densidad. La muestra se lava con un medio específico para eliminar el plasma seminal, haciendo pasar los espermatozoides por distintas capas de medios con densidad creciente, para crear varios filtros donde se retienen los de poca movilidad y los inmóviles.

En función del valor de concentración y el porcentaje de movilidad progresiva decidimos si el tratamiento adecuado es una inseminación artificial, una fecundación in vitro convencional o una ICSI (microinyección espermática) para alcanzar los mejores resultados y probabilidades de éxito.

Punción testicular

La Medicina Reproductiva actual aporta técnicas para la obtención de espermatozoides cuando nos encontramos ante una vasectomía o un ADN dañado por algún tipo de azoospermia o fibrosis quística. Los espermatozoides móviles se extraen con una sencilla punción testicular, es decir, directamente del testículo y no del eyaculado, por aspiración con aguja. Se trata de una intervención quirúrgica sencilla que se realiza de manera ambulatoria y no requiere anestesia general. Es un procedimiento bien tolerado y de escaso riesgo de complicaciones.

Biopsia testicular

Esta intervención quirúrgica lleva consigo una incisión en la piel del testículo de unos 2-3 centímetros para obtener tejido testicular y con ello espermatozoides. Un parte de la muestra obtenida se aplica al tratamiento de reproducción, mientras otra se analiza Se realiza bajo sedación, aunque puede realizarse con anestesia local en función de la tolerancia.

El análisis del tejido testicular nos sirve para saber en qué momento de la espermatogénesis se irrumpe la producción de espermatozoides, lo que ayuda a descartar abortos de repetición por causa masculina. La biopsia testicular está indicada para casos de alteraciones severas de la calidad seminal en las que pueda existir un elevado número de anomalías cromosómicas en los espermatozoides.

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