El cáncer de mama ha experimentado un incremento en su incidencia y la edad de aparición es cada vez menor; afortunadamente el diagnóstico temprano y los tratamientos actuales, han conseguido una tasa de curación muy favorable, con supervivencias reportadas superiores al 80%.
La infertilidad es un problema en pacientes jóvenes en las que se diagnostica un cáncer de mama. La mayor parte de mujeres que reciben tratamiento para la patología oncológica no recibe la suficiente información sobre los cambios que se van a producir en su capacidad reproductiva. Dichos tratamientos en muchas ocasiones causan amenorrea, es decir, pérdida de los períodos menstruales, y en ocasiones esta es definitiva.
Ser madre gracias a la reproducción asistida
Hay una fuerte evidencia de que los tratamientos quimioterápicos que se administran tienen un impacto negativo en la fertilidad a consecuencia de un efecto directo sobre el ovario con una disminución de la reserva ovárica, que se da por muerte celular programada llamada apoptosis.
Existe, por tanto, un aumento progresivo de la demanda de la preservación de la fertilidad, para la cual existen diferentes terapias, siendo la más prometedora la estimulación ovárica con vitrificación de ovocitos.
El procedimiento requiere aproximadamente 2 semanas de estimulación ovárica comenzando al principio del ciclo menstrual de la paciente. De este modo, es muy importante que a estas pacientes se les informe adecuadamente y acudan a centros de reproducción asistida tan pronto como se diagnostica el cáncer. Además, es vital informar que dichos ovocitos pueden permanecer vitrificados durante mucho tiempo, incluso años y que, al desvitrificarse, conservarán la calidad que tenían al haberse congelado, siendo mejor en tanto más joven sea la mujer.
Una vez que la mujer haya superado el cáncer de mama y esté convencida de querer ser madre, los ovocitos se descongelan y se lleva a cabo una técnica de fertilización in vitro para lograr el objetivo. Por otra parte, es también necesario, recalcar que no hay evidencia de que ningún tratamiento de fertilidad aumente el riesgo de padecer cáncer de mama.
Los avances que se están produciendo, tanto en el campo de la fertilidad como en la oncología son prometedores y permiten que una mujer que hoy padece cáncer de mama tenga la oportunidad, en un futuro, de hacer realidad su sueño de ser madre.