José Miguel García Sagredo afirma que los efectos adversos de la modificación genómica en embriones se perpetúan en la descendencia

El Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina interviene en el Máster en Medicina y Genética Reproductivas organizado por la Cátedra de Biomedicina Reproductiva Clínica Vistahermosa y las Unidades de Reproducción y Genética HLA Vistahermosa

“Manipular un gen es fácil. A día de hoy es técnicamente posible modificar el ADN con fines terapéuticos, sin embargo en un embrión esa alteración genómica puede especificarse también en otros órganos durante su evolución, ya que se trata de una célula inicial en proceso de formación, por lo que puede causar daños en los futuros humanos”, subraya José Miguel García Sagredo, responsable del Servicio de Genética Médica del Hospital Ramón y Cajal y Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina.

El especialista ofreció la conferencia “Edición genética en embriones: hechos, posibilidades y aspectos éticos/legales” en el Ciclo de Conferencias de la Reproducción Humada del Máster en Medicina y Genética Reproductivas organizadas conjuntamente por la Cátedra de Biomedicina Reproductiva Clínica Vistahermosa, el Área de Biología Celular de la Facultad de Medicina y las Unidades de Reproducción y Genética del Hospital HLA Vistahermosa.

Los cambios en un embrión supone cambios en sus gametos reproductivos –óvulos o espermatozoides- y esto significa que estos cambios se perpetuarán pasando a sus descendientes. “el problema que tiene editar embriones es que si hay algún efecto adverso este va a aparecer, no sólo en el descendiente del embrión, sino en la línea de descendencia de este individuo, con lo cual se a perpetuar a lo largo de generaciones”, explica el especialista.

La técnica de la edición genómica es capaz de cortar y cambiar una secuencia de un gen determinado. García Sagredo puntualiza que este procedimiento tiene de positivo el que permite corregir el gen que desarrolla enfermedades hereditarias y frena su transmisión a la descendencia. Pero su aspecto negativo se centra en la falta de seguridad, ya que puede haber efectos adversos por los cambios que podrían producirse en otros genes, y lo peligroso es que no sólo lo se producen en ese individuo, sino que pasan a su descendencia.

El experto en genética clínica asegura que “el consenso a nivel mundial es que hasta que no sea una técnica segura no se debe aplicar la edición genómica en embriones”, sin embargo indica que existen los llamados “paraísos de investigación” donde se llevan a cabo, y apunta al escandaloso caso del genetista chino que sorprendió al mundo el año pasado anunciando que había creado los primeros bebés genéticamente modificados para resistir a patologías como el VIH.

En este sentido, García Sagredo defiende y promulga la necesidad de una normativa internacional en dos sentidos. Por una parte, que se prohíba la edición genómica hasta que se demuestre que se trata de una técnica segura y para la cura de enfermedades hereditarias. Y por otro lado, asegurar, que no se produzca una discriminación social a individuos genéticamente distintos.

El científico habló de las actuales investigaciones que se están realizando actualmente en este campo, destacando la que se está llevando a cabo en China en adultos con cáncer de pulmón para intentar curarles mediante esta técnica. También los ensayos clínicos en EEUU, dirigidos a enfermedades hereditarias como la distrofia muscular de Duchenne, o en Europa con Talasemia hereditaria.

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